viernes, marzo 17, 2006

Ya eran más de las 7 (6ª entrega)

Cristina llegó a casa mucho antes de las 10, todavía tenía cosas en las que pensar antes de irse a la cama. Encontró a su marido viendo el telediario, la cena ya estaba lista.
Mientras cenaba, a su cabeza volvía la imagen de Nemesio, y todo lo que le quedaba por hacer, debía de ser la mano de un titiritero, manejarlo para que hiciera lo que estaba preparado, no podía salirse del plan, era la única manera de hacerlo sin que nadie más quedara al tanto del asunto.
A la mañana siguiente iría de nuevo al hotel.


La luz se colaba entre la cortinas de la habitación, Nemesio maldijo no haberlas cerrado del todo la noche anterior. Y casi inmediatamente al pensar en eso, se acordó de la nota, y de la caja.
La sacó de la maleta y se quedó mirándola, los dibujos de su tapa representaban dos manos unidas, parecía vieja. La abrió de nuevo, como hubiera hecho hace tan solo 2 días en su oficina. Dentro solo estaba el peso mexicano, le dio una vueltas, pero no había nada raro en él. La última frase de la nota le vino de pronto a la cabeza: “la caja no es un peso, es una caja”, ¿quería decir con eso que lo importante era el contenedor y no el contenido?, ¿que significado tenía el peso en todo esto?. Sacó el peso mexicano de la cajita, y la miró con detenimiento, no había nada en ella, era una tontería todo aquello, pensó. Agarró el peso y lo tiro dentro de la caja malhumorado, pero entonces se dio cuenta de que algo raro pasaba, la moneda al chocar con el fondo de la caja sonó a hueco. Se fijó con más detenimiento y comprobó que la cajita era mas pequeña por dentro que por fuera. Entonces una bombilla pareció encenderse en su cerebro, la caja era una caja, ¡eso es! la caja contenía a otra caja. Nervioso observó el falso fondo, la volteó y le dio unos golpecitos, algo calló en la palma de su mano, el falso fondo y... algo más, algo envuelto en papel, por eso no hacía ruido, el papel impedía que se moviera.
Abrió despacio el papel, poco a poco algo brillante emergía entre el papel, era redondo, era... Un anillo. Lo analizó con detenimiento era curioso, era plateado, y en su interior tenía algo gravado, “ T recordare S”. Se fijó ahora en el papel, tenia algo escrito: “ Has descifrado la última parte del acertijo, que era la primera que debías descifrar, si quieres entender el porque de todas las cosas sigue buscando, lo sabrás todo a su debido tiempo. El anillo te mostrará a la verdadera persona. El peso tiene algo que ver con la luna. Ten cuidado, esto no es un juego es tu vida.”

Autor: Lisu

miércoles, marzo 08, 2006

Ya eran más de las 7 (5ª entrega)

Cogió el abrigo, cerró la habitación y se encaminó al ascensor. Le dejó las llaves a la recepcionista y abandonó el hotel.

Desde el otro lado del hall, una mujer se levantó del sillón en el que descansaba, se dirigió a la recepción, intercambió unas palabras con la persona encargada y salió por la puerta principal. Entre la gente podía distinguir a Nemesio,no sin cierta dificultad, debía de seguirle con cuidado si no quería ser vista, necesitaba conocerle un poco más para entablar relación con él. Hasta ahora todo había sido demasiado fácil, solo los nervios de esperarle en la estación la habían hecho perder un poco la calma, Pedro le había dicho en que tren y a que hora llegaría Nemesio a Oviedo. Luego le había seguido hasta el hotel, no necesitó ser muy cuidadosa, su perseguido estaba demasiado preocupado buscando el hotel y observando la nueva ciudad.
Pero ahora era algo mas complicado, había más gente por la calle, lo que debería facilitarle la tarea, pero para ella no era así, no era experta en seguir a la gente y menos si lo perdía entre la multitud. Se dirigía como había temido al centro de la ciudad donde a aquellas horas había mas ambiente.


Nemesio llegó al hotel sobre las 10 de la noche, después de haber picado alguna tapa. Mientras se preguntaba cual era la verdadera razón por la que estaba allí la recepcionista le entregaba con la llave un pequeño sobrecito.
-”Perdone, ¿que es esto?, preguntó perplejo.
-” No lo se señor, estaba en su casillero cuando empecé mi turno, pone su nombre, así que debe ser una nota para usted.”
-”Bueno, no conozco a nadie aquí, gracias, buenas noches.”
-”Buenas noches señor.”

Siguiendo su costumbre de no abrir las cosas inmediatamente, esperó a estar sentado en su cama para empezar a leer la nota. Sus ojos no podían expresar mayor sopresa:

“Nemesio, hijo, no estás aquí por azar.
El ombligo de la luna conoce la verdad.
La caja no es un peso, es una caja.”


Su sentimiento inicial pronto se convirtió en confusión. Miles de preguntas inundaban su mente, sus padres había muerto, eso le habían dicho en el orfanato, estaba allí por azar, no había elegido el destino del billete, y luego... que era todo eso de el ombligo y la luna, y no entendía para nada el significado de la ultima frase.
Estupendo, pensó, otra noche sin dormir.