miércoles, noviembre 01, 2006

Loco trovador

Había gente torpe, y luego estaba yo. El torpe entre los torpes, el cojo entre corredores de atletismo.

Sí, no podía evitarlo, si alguien me gustaba de verdad metía la pata una y otra vez hasta dejar bien claro que la relación no tendría futuro.

Pero algo ocurría ahora, era diferente. He descubierto alguien que siempre estuvo a mi lado, es eso cierto que dice que cuanto más buscas mas cerca lo tienes, pues bien, allí esta ella delante de mis narices, paseandose al mi alrededor haciendo que miles de sentimientos afloren en mi piel, y se manifiesten en mis ojos.

Esos sentimientos que me paralizan, causan temor y efectivamente, hacen que meta la pata.

No tiene solución, en estos momentos estoy condenado a no saber decir las cosas, a parecer un perfecto inútil.

Mis dudas y temores hacen fluir estas palabras, en un vano intento de explicarme al mundo o a mi mismo o a ti.

Si pudiera decirte como es ella lo haría, y tu también caerías en sus redes, pensarías siempre en su mirada, recordarías su sonrisa y morirías por sus besos, al igual que yo ahora muero. Y es que ella es ELLA, la única que hace que me sienta vivo, cuando su mirada aparece ante mi todo se detiene y solo escucho a mi corazón latir más y más deprisa. ¿Qué es lo que hace que esto ocurra?, yo se lo explico, su inigualable forma de ser, de sentir a los demás, de agradar y hacer cualquier cosa agradable.

Sin duda es magnífica y yo un cobarde, un inútil o un estúpido por pensar en ella a todas horas, un loco charlatán o un imbécil trovador.

El tiempo lo dirá, pero el tiempo pasa y su silencio atormenta.



Lisu.

miércoles, septiembre 27, 2006

Una foto vale mas que mil palabras.



Empezaré a poner algunas de mis fotos además de los textos.
Aqui va la primera. Dicen que donde el arco iris toca el suelo hay un tesoro, habrá alguno aqui...

lunes, agosto 14, 2006

2ª Pista.El camino de los justos

Mess y yo mismo nos diriguimos hacia el Perú nada más descifrar el enigma anterior, con la certeza de estar en lo cierto nos diriguimos hacia la ciudad de Cusco, con la esperanza de econtrar alguna otra pista que nos permita continuar con nuestra andadura.
La ciudad merece una visita, y en nuestro camino topamos con la famosa piedra de los doce ángulos.

Sorprendidos la observamos con atención. Un pequeño chico se nos acerca y nos dice:
"Este es el muro de los incas, y ese el muro de los incapaces. Seguir el camino de los justos hasta el sitio viejo."
Con el muro de los incapaces se referia al muro creado por los Españoles cuando se establecieron en Cusco. Una sonrisa escapó de nuestros labios y el chico salió corriendo.
Ahí teniamos la segunda pista o eso parecia. En esas palabras se encontraba nuestro destino.
¿Pero a dónde nos diriguimos exáctamente y que buscamos?
¿Algún explorador que conozca la zona se une a la expedición?
Ánimo, espero las respuestas.


Lisu.

lunes, junio 26, 2006

Las vacaciones esas grandes desconocidas

Hola a todos, aquií volvemos a la carga después del obligado parón de exámenes, y es que no se puede estar a todo, algo hay que sacrificar y ha sido la historia de Nemesio la que ha salido mal parada.
Tampoco es un mal tan grave por que no la lee mucha gente. Pero desde aqui quiero pedir disculpas a todos aquellos que se acuerdan de vez en cuando.

Retomamos la historia y espero que otras nuevas. Solo el tiempo lo dirá, tiempo que me escasea hasta en vacaciones, pero si tengo tiempo o quejarme de que me falta éste...no será que tengo demasiado.:p

Espero sus lecturas.Bye.

domingo, abril 30, 2006

El regalo perdido

Hola a todos los que osan entrar aqui. Con este post empieza una aventura para todo aquel que le apetezca investigar y que tenga dotes detectivescas. Iré poniendo pistas sobre lugares u objetos, vuestra labor es descubrir que estamos buscando.Si no te crees capaz de seguir la pista no sigas leyendo.

Si estas leyendo esto, es que estas aburrido o loco.


A nuesta oficina "departeninguna" nos ha llegado una carta en la que se dan unas indicaciones y se nos reta a encontrar un lugar.

Comienza el juego:
Ahora os daré dos enlaces a dos páginas, la primera será un mapa general de una parte del mundo.En vuestras manos esta acotarlo para que la búsqueda sea mas fácil.
El segundo enlace os dará una pista sobre la una parte importante de la flora del lugar.
Con ello e investigando un poco deberíais acotar la zona unos cuantos lugares, espero vuestros comentarios para poner la seguiente pista, si no podeis seguir avanzando dejarlo escrito y quizás la siguiente pista llegará.

Mapa
Flora

martes, abril 18, 2006

Ya eran mas de las 7 (7ª entrega)

Después de leer esto no sabía como se encontraba, excitado, abrumado, no podía decirlo. Solo sabía una cosa por ahora, estaban jugando con él. La anterior nota le había despertado un sentimiento primitivo que nunca llegó a experimentar, el amor de una familia. Según la nota estaba viva y tendría que encontrarla. Tal vez el anillo o el peso fueran una pista para llegar hasta ella.
Como no tenía otra cosa que hacer se decidió a investigar un poco por la ciudad, tal vez encontrara algo, aunque solo fuera para saber por qué lo habían traído a Oviedo.

Cristina estaba esperando sentada en el mismo sitio que el día anterior a que Nemesio abandonara el hotel. Leía una revista, intentando parecer distraída.

No sabía a que sitio ir primero, así que simplemente caminó. En poco tiempo llegó a la plaza de la escandalera. Para su sorpresa una carpa, con la palabra México, ocupaba parte de la plaza. Se acercó, picado por la curiosidad. Echó una hojeada dentro del pequeño stand, lo primero que le llamo la atención fue la siguiente frase: “Venga a visitar el ombligo de la luna, México le espera”.
Una rápida asociación de ideas le condujeron a la nota, a la caja y al anillo, anillo que llevaba en el bolsillo...mientras su cerebro buscaba una explicación una señorita se le acercó.
-¿Puedo ayudarle en algo?
Estaba apunto de soltarle una negativa, pero al fijarse en su mano, algo le detuvo, se quedó mirando el anillo que rodeaba su dedo.
-Hola, a decir verdad si,creo que me puede ayudar: ¿me podría decir de donde a sacado ese anillo?
-¿Usted tiene uno igual?
-Si le digo que sí, ¿que ocurrirá?.¿Me invitará a cenar?.
A Nemesio la sangre le martilleaba la cabeza y sentía su pulso acelerado, no por la chica que era bastante guapa sino, por que ahora todo tenía un poco más de sentido, la nota decía que el anillo le indicaría la persona, entonces...., esa chica era la persona...
-Sí, le invitaría, pero tenga cuidado, le están siguiendo, vaya a esta dirección a las 8 de esta noche. Dijo esto mientras le deslizaba un papel en el bolsillo de su chaqueta.

viernes, marzo 17, 2006

Ya eran más de las 7 (6ª entrega)

Cristina llegó a casa mucho antes de las 10, todavía tenía cosas en las que pensar antes de irse a la cama. Encontró a su marido viendo el telediario, la cena ya estaba lista.
Mientras cenaba, a su cabeza volvía la imagen de Nemesio, y todo lo que le quedaba por hacer, debía de ser la mano de un titiritero, manejarlo para que hiciera lo que estaba preparado, no podía salirse del plan, era la única manera de hacerlo sin que nadie más quedara al tanto del asunto.
A la mañana siguiente iría de nuevo al hotel.


La luz se colaba entre la cortinas de la habitación, Nemesio maldijo no haberlas cerrado del todo la noche anterior. Y casi inmediatamente al pensar en eso, se acordó de la nota, y de la caja.
La sacó de la maleta y se quedó mirándola, los dibujos de su tapa representaban dos manos unidas, parecía vieja. La abrió de nuevo, como hubiera hecho hace tan solo 2 días en su oficina. Dentro solo estaba el peso mexicano, le dio una vueltas, pero no había nada raro en él. La última frase de la nota le vino de pronto a la cabeza: “la caja no es un peso, es una caja”, ¿quería decir con eso que lo importante era el contenedor y no el contenido?, ¿que significado tenía el peso en todo esto?. Sacó el peso mexicano de la cajita, y la miró con detenimiento, no había nada en ella, era una tontería todo aquello, pensó. Agarró el peso y lo tiro dentro de la caja malhumorado, pero entonces se dio cuenta de que algo raro pasaba, la moneda al chocar con el fondo de la caja sonó a hueco. Se fijó con más detenimiento y comprobó que la cajita era mas pequeña por dentro que por fuera. Entonces una bombilla pareció encenderse en su cerebro, la caja era una caja, ¡eso es! la caja contenía a otra caja. Nervioso observó el falso fondo, la volteó y le dio unos golpecitos, algo calló en la palma de su mano, el falso fondo y... algo más, algo envuelto en papel, por eso no hacía ruido, el papel impedía que se moviera.
Abrió despacio el papel, poco a poco algo brillante emergía entre el papel, era redondo, era... Un anillo. Lo analizó con detenimiento era curioso, era plateado, y en su interior tenía algo gravado, “ T recordare S”. Se fijó ahora en el papel, tenia algo escrito: “ Has descifrado la última parte del acertijo, que era la primera que debías descifrar, si quieres entender el porque de todas las cosas sigue buscando, lo sabrás todo a su debido tiempo. El anillo te mostrará a la verdadera persona. El peso tiene algo que ver con la luna. Ten cuidado, esto no es un juego es tu vida.”

Autor: Lisu

miércoles, marzo 08, 2006

Ya eran más de las 7 (5ª entrega)

Cogió el abrigo, cerró la habitación y se encaminó al ascensor. Le dejó las llaves a la recepcionista y abandonó el hotel.

Desde el otro lado del hall, una mujer se levantó del sillón en el que descansaba, se dirigió a la recepción, intercambió unas palabras con la persona encargada y salió por la puerta principal. Entre la gente podía distinguir a Nemesio,no sin cierta dificultad, debía de seguirle con cuidado si no quería ser vista, necesitaba conocerle un poco más para entablar relación con él. Hasta ahora todo había sido demasiado fácil, solo los nervios de esperarle en la estación la habían hecho perder un poco la calma, Pedro le había dicho en que tren y a que hora llegaría Nemesio a Oviedo. Luego le había seguido hasta el hotel, no necesitó ser muy cuidadosa, su perseguido estaba demasiado preocupado buscando el hotel y observando la nueva ciudad.
Pero ahora era algo mas complicado, había más gente por la calle, lo que debería facilitarle la tarea, pero para ella no era así, no era experta en seguir a la gente y menos si lo perdía entre la multitud. Se dirigía como había temido al centro de la ciudad donde a aquellas horas había mas ambiente.


Nemesio llegó al hotel sobre las 10 de la noche, después de haber picado alguna tapa. Mientras se preguntaba cual era la verdadera razón por la que estaba allí la recepcionista le entregaba con la llave un pequeño sobrecito.
-”Perdone, ¿que es esto?, preguntó perplejo.
-” No lo se señor, estaba en su casillero cuando empecé mi turno, pone su nombre, así que debe ser una nota para usted.”
-”Bueno, no conozco a nadie aquí, gracias, buenas noches.”
-”Buenas noches señor.”

Siguiendo su costumbre de no abrir las cosas inmediatamente, esperó a estar sentado en su cama para empezar a leer la nota. Sus ojos no podían expresar mayor sopresa:

“Nemesio, hijo, no estás aquí por azar.
El ombligo de la luna conoce la verdad.
La caja no es un peso, es una caja.”


Su sentimiento inicial pronto se convirtió en confusión. Miles de preguntas inundaban su mente, sus padres había muerto, eso le habían dicho en el orfanato, estaba allí por azar, no había elegido el destino del billete, y luego... que era todo eso de el ombligo y la luna, y no entendía para nada el significado de la ultima frase.
Estupendo, pensó, otra noche sin dormir.

martes, febrero 28, 2006

Ya eran más de las 7 (4ª entrega)

Mientras recordaba todo esto Nemesio se durmió de nuevo, el agotamiento había podido con él. No era de extrañar, la noche había sido larga, después de comprar el billete solo había conseguido deambular por la ciudad, de aquí para allá, sin rumbo fijo, con miedo a entrar en su casa, pensando una y otra vez en las palabras del viejo, como esos refranes que siempre dan la razón e incitan a pensar “te lo dije”. Solo estuvo en su casa el tiempo necesario para hacer la maleta. Una maleta que llenó de pocas cosas y muchos recuerdos. El billete que había comprado ni siquiera lo había mirado y estaba decidido a no hacerlo, no sabía por que hacía eso, simplemente echándole una ojeada sabría que iba a necesitar en su destino, pero tal vez por el shock producido por la bomba, por miedo, o por lo que sea lo cierto es que no lo miró hasta que no se hubo subido al tren.


El tren reducía la marcha, las vías le guiaban por el enjambre de andenes hasta que por fin se detuvo. El viaje había llegado a su fin.
Nemsio cogió su maleta y bajó del tren. Lo primero que pudo notar fue el ambiente más húmedo, lo siguiente que no sabía a donde ir.
Después de unos minutos en el andén, decidió que lo mejor era buscarse un sitio donde pasar la noche y poder estar más tranquilo para pensar en lo que iba a hacer ahora. El viejo, y la cajita daban vueltas en su cabeza. Se encaminó hacia uno de los hoteles que flanquean la estación de trenes.


La puerta de la habitación se cerró de un golpe. Estaba de nuevo solo, como casi toda su vida. En aquellos momentos echaba de menos tener una familia en la que apoyarse, a la que pedir consejo o en la que refugiarse, pero eso no podía ser, no había conocido a sus padres, según le habían dicho en el orfanato habían muerto al poco de nacer él.
Se tumbó en la cama, y se obligó a dejar de pensar en eso, lo único que estaba haciendo era empeorar su estado de ánimo. Miró el reloj, eran las 6 de la tarde, aún tenía tiempo de dar una vuelta por la ciudad antes de cenar.

martes, febrero 21, 2006

Ya eran más de las 7 (3ª entrega)

La cajita yacía encima del escritorio, esperando que alguien la arropara, en silencio, todo se había quedado en silencio.
Nemesio no sabía que hacer con aquello, la cogió y por un momento se olvidó de las palabras de aquel viejo loco, sin duda tenía que estarlo. La abrió lentamente, esperando que en cualquier momento sucediera algo, no sabía el qué. Finalmente la caja reveló su secreto, una moneda: Un peso mexicano.


Toda esta historia por un peso mexicano metido en una cajita, pues menuda tontería. -pensó Nemsio-. Y la dejó encima de la mesa.
Sé pasó el resto de la mañana dándole vueltas al asunto del viejo, una caja, un peso y una amenaza, esta última palabra se quedó resonando en su mente, poco a poco se fue apagando.... pero no del todo.
Eran las dos y media. El banco estaba a punto de cerrar, así que recogió sus cosas y se fue a comer. Siempre hacía lo mismo, se despedía de la gente y salía por la puerta principal para luego girar a la derecha y dirigirse a su casa. Se encontraba tirando de la puerta cuando se percató de la cajita, la había olvidado, sin saber exactamente por qué, soltó la puerta y dando media vuelta se dirigió a su despacho a por ella. Lo que pasó inmediatamente después es difícil de explicar, un sonido estremecedor, cristales rotos, gente gritando...una bomba.
El artefacto de baja potencia tan solo había dañado algunos cristales y había dejado algo dañada la fachada principal del edificio. ¡Él hubiera estado ahí en ese momento si no se hubiera acordado de la cajita! -fue lo único que Nemesio alcanzó a pensar.-
Entre la confusión llegó a su despacho, y se guardó el regalo del viejo. Salió del banco, muerto de miedo, y lo primero que hizo fue girar a la izquierda, y puso rumbo a la estación. Algo había cambiado en su vida.


Alguien observó la escena con el rostro medio tapado desde un lugar próximo, y sonreía con satisfacción.

Autor: Lisu

domingo, febrero 19, 2006

Ya eran más de las 7 (introduccion)

Normalmente la introducción suele ir antes que cualquier cosa, como podeis ver este no es el caso ya que las dos primeras partes de esta historia ya están publicadas. Historia que estoy escribiendo actualmente y que ira poco a poco apareciendo aquí por entregas.
Intentaré al menos cada semana publicar un nuevo capitulillo,espero que os guste.

Como podeis leer hasta ahora trata de un hombre que decide tomar una decisión, coger el primer tren sin saber si quiera a donde le lleva. El piensa que su destino es totalmente fruto del azar, pero podemos ver que no es así, alguien esta tejiendo una trama alrededor de su persona, no os puedo decir aún para qué...
Tendremos que esperar para conocer la evolución de la historia.

Con el tiempo ire modificando las entradas de manera que todas aquellas palabras interesantes queden enlazadas a fotografias, explicaciones o páginas de información turistica si se trata de lugares, para que podais ver por donde se mueve el personaje sin necesidad de buscar.

Misión comandos

Esta historia la escribí hace bastante tiempo, cuando todavia estaba de moda ese juego del que todos hemos oido hablar, Comandos.



Frío, sin duda hacia en aquellas latitudes hacía mucho frío, una fina capa de nieve lo cubría todo, y en allí en medio del silbido de las balas y el fuego de los cañones me encontraba yo, agazapado tras un viejo muro de piedra medio derruido. Estaba allí para cumplir la misión que se me había encomendado, acabar con aquel maldito francotirador que tantas muertes había causado ya. Había sido elegido por ser el mejor entre los mejores, o tal vez por que los superiores habían decidido librarse de mi encomendándome las misiones mas difíciles y arriesgadas. Mientras pensaba en esto una granada explotó cerca de donde me encontraba, ¡mierda! esos cabrones no descansan, pensé.
Decidí moverme, el frío me entumecía los músculos pero debía de acabar con ese francotirador, no podía dejar que me mataran, no allí y menos por los nazis. Avancé hasta el final del muro, lentamente, arrastrándome por la nieve y el barro, no podía arriesgarme a ser visto. Cuando llegué al final el panorama no era muy esperanzador, me encontraba en primera línea de fuego y desde donde estaba casi podía sentir la respiración de aquellos soldados alemanes, con decisión saque mi rifle, (cada vez que lo hacia algo despertaba en mi interior, algo así como un instinto asesino,) apunté con cuidado al nazi que tenia mas cerca, y que no paraba de vigilar la zona donde me encontraba, cuando su cara apareció perfectamente enfocada en mi mirilla disparé, con un ligero golpe cayó al suelo instantáneamente.
Uno menos me dije, pero donde estaba el maldito francotirador. Se oyó un grito, en alemán, mierda, habían visto el muerto, con cuidado y sin moverme apenas, apunté de nuevo, otro alemán apareció en mi mirilla, un leve silbido lo hizo caer al suelo.
Dos menos y el francotirador no aparecía, arriesgando mi vida avance arrastrándome hasta los dos cadáveres, para mi sorpresa cada uno de ellos tenia un rifle y algo de munición, así que cogí uno y toda la munición que tenían supuse que ya no la necesitarían más. Rápidamente me oculte en un edificio. Allí dentro fui consciente de la tensión que me inundaba, de lo peligroso de la misión, un simple disparo del aquel francotirador podría acabar con mi vida, lo mismo podría pasarle a él si fuera yo el que disparara,-pensé para animarme-. Tenía que salir de aquel edificio, no podía dejar que se dieran cuenta de que alguien andaba merodeando por su territorio. Miré por entre las tablas rotas de aquella puerta, que parecía separar la vida de la muerte, no había nadie, todo estaba tranquilo, con cuidado la abrí e inmediatamente me eche al suelo.
Empecé a arrastrarme de nuevo, no sabia a donde dirigirme, estaba en territorio enemigo y por supuesto no conocía el terreno.
Seguí avanzando, de pronto un alemán dobló la esquina del edificio que me protegía y se quedó frente a mi, me habían visto, estaba acabado, no podía ser, debía de reaccionar.
Me levanté de un salto y le asesté dos golpes en la cabeza antes de que le diera tiempo a recuperarse del susto de ver a un aliado lleno de barro, solo, y en territorio hostil. Le até y le registré.
El silencio se había vuelto insoportable, el ruido de balazos y granadas había cesado por unos instantes,.... y allí en medio del silencio me pareció escuchar a la muerte, el frío parecía darle la bienvenida y el barro parecía esperarme para acogerme en sus brazos, un soplo de aire congelado se coló por mi bufanda, me hizo estremecer, unas leves palabras parecieron sacarme de mis pensamientos, levanté la mirada y lo vi.

Allí estaba y allí había estado siempre, el francotirador me miraba, un fuerte dolor inundó mi pecho, duró poco, el día decidió oscurecerse y el frío parecía mas palpable, en mi cabeza solo quedaba una frase: “ha fracasado en su misión”.

Empecé a escuchar una voz, que me llamaba en la lejanía, al principio suave, luego se convirtió más bien en un grito y pude distinguir: “CARLITOS A CENAR; DEJA ESE CACHARRO!!!!!!!!”
La misión del comandos había terminado mal, ahora me quedaba otra misión, aguantar a mi madre.

MISIÓN COMANDOS......................


Autor: Lisu

sábado, febrero 18, 2006

Ya eran más de las 7 (2ª entrega)

A pesar de todas las cosas en la que tenía que pensar el lento traqueteo del tren hizo que se durmiera.

El hombre seguía en el andén, pero su expresión había cambiado, ahora sonreía levemente.
Seguirle hasta allí no había sido tarea fácil y menos aún hacer que sintiera la necesidad de comprar aquel billete y abandonar el lugar. Ahora ya estaba hecho, tal vez él pensara que el sitio elegido era un sitio al azar, pero estaba muy equivocado, su plan acababa de ponerse en marcha, era la única forma de hacerlo.

Nemesio despertó lentamente deslumbrado por los rayos de sol que se colaban por las rendijas de la cortinilla.
Eran las nueve de la mañana llevaba casi dos horas en aquel camarote, y aún no sabía cual era su destino. Empezó a sentir cierta curiosidad, así que rebuscó en el bolsillo de su chaqueta y sacó el billete.
Oviedo, ese era su destino, -curioso- pensó, -nunca había estado allí. Al menos lo conocería-. Esto le hizo pensar en el futuro, pero no pudo olvidar el pasado, aquel hombre de la estación le era vagamente familiar, pero no se había percatado de ello hasta ahora, estaba demasiado nervioso como para fijarse en los detalles en aquel momento. Era el mismo hombre que había acudido a su oficina hace tan solo 2 dias, no podía olvidar aquella mirada, había algo familiar en ella.
Recordaba el día en que entró por la puerta de su despacho en busca de un crédito, aunque como pudo comprobar instantes después aquello solo fue una escusa para llegar hasta él. Nada más cerrarse la puerta su expresión cambió, se puso serio y las palabras que salieron de su boca le cortaron la respiración.
-“Estás en peligro, si no abandonas este lugar en pronto puedes resultar gravemente herido”
-”¿Me está amenazando?, vayase de aquí o llamaré a seguridad”
-”No se ponga nervioso, es lo peor que puede hacer, no le estoy amenazando solo le estoy poniendo sobre aviso, -y bajando la voz hasta casi un susurro- su vida peligra”
-”¿Puede explicarme que le lleva a decir eso?, no he recibido ninguna amenaza.”
-”Escúcheme no tengo mucho tiempo, tengo que irme de aquí antes de que descubran que me he reunido con usted, así que si quiere seguir mi consejo y salvar su vida diríjase a la estación de tren más cercana y compre un primer billete al azar, tome el tren y no aparezca por aquí en un tiempo, tome llévese esto con usted. Le será de ayuda, sabrá el momento de usarla.”-acto seguido sacó una cajita de madera de su abrigo, tallada a mano y con unas extrañas formas en la tapa. Se levantó y se fue.

Autor: Lisu

jueves, febrero 16, 2006

Ya eran más de las 7

Después de un buen rato sentado en aquella andrajosa estación de tren, por fin había tomado una decisión. No era aquella una decisión fácil, y nadie sabía que podía ocurrir después. Aun así la decisión había sido tomada, mañana mismo partiría.
Se levantó despacio como con pesar, con paso cansino se encamino al pequeño ventanuco que le daría el pase para cambiar su destino. Nadie sabe si para cambiarlo en verdad o para cumplirlo hasta sus ultimas consecuencias, pero la decisión ya había sido tomada.
-“Un billete para mañana, por favor”
-“¿A dónde? Señor.”
-“donde usted quiera”
-“perdone”
-si, donde usted quiera, por ejemplo el primer tren que salga mañana, y por favor no me diga a donde va.”
-”esta bien, tome sale a las 7, son 75,40”
-“gracias, hasta luego”

Sin ni siquiera mirar el billete se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta y se fue.

A la mañana siguiente a las 6:30 entro en la estación, estaba desierta, el pequeño apeadero estaba al fondo, también vacío. De su garganta salía una nube de vapor que parecía congelarse al tocar la fría mañana.
Posó con sumo cuidado la maleta y se sentó a esperar al gigante de hierro.
Esperó, las 6:45, .......las 6:55,......, 57, cada vez con mas ansias y cada menos tiempo miraba el reloj, la espera se empezó a hacer larga, ya eran más de las 7 y el tren aun no había llegado, “normal”, pensó, “vendrá retrasado”.
-“No se apure ya llegará”
Sorprendido al escuchar aquella voz se giro sobre si mismo, habría jurado que no había nadie más en la estación, pero aquello no parecía ser cierto, en efecto allí se encontraba de pie, impasible, mirando al infinito, y con medio rostro tapado por el amplio chaquetón que le protegía del frío, un hombre de avanzada edad.
Así, en silencio, permanecieron hasta que a lo lejos se empezó a escuchar un lento traqueteo, la lenta maquina se acercaba, incapaz de cambiar su ruta marcada por aquellos caminos de metal.
Al ver los primeros vagones algo le hizo estremecerse, sabia que había tomado la decisión de subirse a uno de ellos, de dejar que el destino marcara su camino, porque él, aun no sabía a donde se dirigía.
El tren se detuvo, y una puerta se abrió, un revisor de mediana edad le invitó a entrar a la vez que le pedía el billete. Era el momento ahora no se podía echar a atrás. Cogió con cuidado la maleta y subió al tren.
El revisor marcó el billete.

Continuara...


Autor: Lisu

martes, febrero 14, 2006

Espejismo



El ardiente sol maltrataba mi piel, poco acostumbrada a las arenas del desierto.
El camello había sucumbido ante tan poderoso enemigo y yacía varios kilómetros atrás.
Muertas las aspiraciones que me habían llevado a embarcarme en tan aparatosa misión, quedaba ahora el deseo de sobrevivir, sin agua, sin compañía, la soledad me rodeaba, me atormentaba....Un momento,.....silencio....., el pulso se me acelera, un gran oasis se extiende ante mi, un brote de vida en tan árido lugar, en vana esperanza se convierte, en real espejismo se transforma. Aquí, un grano entre tantos granos secos, otro más que se seca.


Autor: Lisu

Bienvenidos

Bienvenidos todos a este nuevo blog.

En la pomarada siempre habrá sitio para un descanso.
Publicare aquí todas aquellas historias que me parezcan dignas de compartir creadas por mi.
Empezaré contando que es una pomarada: es un conjunto de manzanos, el nombre proviene de pomme (manzana).
Siempre es agradable tumbarse a la sombra de unos manzanos y leer un libro, el olor a manzana te inunda y siempre tienes claros y sombra, ya que los manzanos no proyectan una sombra profunda y oscura sino clara y fresca.

En principio todo esto sera Copyleft siempre y cuando se nombre claramente al autor original del texto y el sitio donde fue conseguido, es decir a mi y a este blog.

Gracias.